viernes, 1 de enero de 2010

Las Caracteristicas de la práctica budista

La palabra "Buda" es un título y no un nombre. Significa "alguien que está despierto," en el sentido de haber "despertado a la realidad." Se le dio por vez primera a un hombre nacido como Siddartha Gautama, en Nepal, hace 2,500 años. Nació príncipe, hijo de un rey. De acuerdo a la tradición, tuvo una crianza exclusiva y opulenta, pero sacudió bruscamente su complacencia al entender que la vida incluye los hechos duros de la vejez, enfermedad y muerte.

Dejó su hogar para seguir el camino tradicional indio del santo vagabundo, un peregrino en búsqueda de la Verdad. Practicó la meditación bajo varios maestros y entonces se dedicó al ascetismo. Eventualmente, practicó austeridades tan severas que estuvo a punto de morir—pero el entendimiento verdadero permanecía tan lejos como siempre. Decidió abandonar este camino y buscar dentro de sus propios mente y corazón. Se sentó bajo el árbol de pipal y juró que "mi carne perecerá, mi sangre se secará, pero no me levantaré de aquí hasta haber alcanzado la Iluminación." Tras cuarenta días, el Buda finalmente obtuvo la Iluminación.

No pretendió ser Dios; no hizo ningún reclamo de divinidad, y nunca los budistas se la han atribuido. Fue un ser humano que se convirtió en Iluminado, comprendiendo la vida en su sentido más profundo. Fue un ser humano quien, mediante esfuerzos tremendos, se autotransformó. Los budistas le ven como un ideal y un guía hacia la Iluminación. Los budistas creen que alcanzó un estado más allá de cualquier otra cosa en el mundo. Fue un estado en el cual el Buda adquirió Revelación de los más profundos mecanismos de la vida, y por tanto de la causa del sufrimiento humano, el problema que le había lanzado hacia su búsqueda espiritual en primer lugar.


Las enseñanzas fundamentales y la práctica del budismo

Las Cuatro Nobles Verdades y el Sendero Óctuple

La Primera Noble Verdad: el mundo es miserable y la vida está llena de sufrimiento

El sufrimiento, dukkha en sánscrito, es el lazo común que todos compartimos. Todos en todas partes sufren. Los seres humanos sufrieron en el pasado, sufrimos hoy, y sufriremos en el futuro. Cuando hablamos de nuestro sufrimiento humano, se manifiestan nuestras tendencias compasivas.

La Segunda Noble Verdad: este sufrimiento es el resultado de nuestros deseos y nuestro apego a los objetos de dichos deseos.

El origen del sufrimiento es el apego a tres clases de deseo, las cuales pueden resultar en dolor: deseo de placer sensual, deseo de convertirse en algo, y deseo de deshacerse de algo.

La Tercera Noble Verdad: es posible detener los apegos a deseos, y acabar con el sufrimiento.

Toda la meta de la enseñanza budista es desarrollar la mente reflexiva para liberarnos de los engaños. Es una enseñanza de liberarnos de los apegos mediante la investigación, o la observación—el contemplar: "¿Por qué esto es así? ¿Por qué de éste modo? ¿Qué significa esto?" Cuando contemplamos, la mente no forma una opinión sobre si algo es bueno, malo, útil o inútil. Reflexionamos según vemos sufrimiento; según vemos la naturaleza del deseo; según reconocemos que el apego al deseo es sufrimiento.

Estas revelaciones sólo llegan mediante la reflexión; no pueden llegar a través de la fe. Uno no puede obligarse a creer, o comprender una revelación como acto de voluntad. Sólo mediante el realmente contemplar y ponderar estas verdades, pueden llegar a nosotros estas revelaciones. Llegan cuando la mente está abierta y receptiva a la enseñanza. La fe ciega no se aconseja ni se espera de nadie.

La Cuarta Noble Verdad es el Sendero Óctuple, el camino hacia afuera del sufrimiento.

El Sendero Óctuple

Comienza con Entendimiento Correcto (o perfecto), va a Intención o Aspiración Correcta (o perfecta); estos primeros dos elementos del sendero se agrupan juntos como Sabiduría. Le sigue Compromiso Moral; este cubre Palabra Correcta, Acción Correcta y Modo de Vida Correcto—también conocidos como palabra perfecta, acción perfecta y modo de vida perfecto.

Entonces tenemos Esfuerzo Correcto, Mentalidad Correcta y Concentración Correcta, que fluyen naturalmente. Estos últimos tres proveen balance emocional. Son acerca del corazón—el corazón liberado de la auto-visión y del egoísmo. Con Esfuerzo Correcto, Mentalidad Correcta y Concentración Correcta, el corazón es puro, libre de manchas y deshonras. Cuando el corazón es puro, la mente es pacífica. La Sabiduría, o Entendimiento Correcto y Aspiración Correcta, vienen del corazón puro. Esto nos regresa al comienzo.

1. Sabiduría
1) Entendimiento Correcto
2) Aspiración Correcta

1. Moral
3) Palabra Correcta
4) Acción Correcta
5) Modo de Vida Correcto

1. Concentración
6) Esfuerzo Correcto
7) Mentalidad Correcta
8) Concentración Correcta

Meditación

La parte más importante del sendero budista es la meditación. La meditación consiste de sentarse en silencio, observando la respiración, mientras se le permite a la mente, con sus pensamientos, emociones, sensaciones físicas, recuerdos, fantasías y todas sus otras percepciones, simplemente existir. Enfocamos y observamos la respiración, la regularidad de la inspiración y la espiración, su extensión y fuerza, sin hacer nada. Respirar no requiere esfuerzo. Es automático, a no ser que concientemente se aumente o disminuya su ritmo. La meditación anima y fomenta un despertar de la mente y la compasión por uno mismo y por todas las cosas y seres vivientes.

Practicamos la compasión budista para nuestra propia felicidad y la de los demás. Estos dos objetivos de la fe no pueden separarse. Cuando nuestros pensamientos acerca del bienestar de otros, nuestra compasión, forman parte de nuestra plegaria diaria, trascendemos el impulso innato de ocuparnos sólo de nosotros mismos, e iluminamos la ignorancia fundamental, la cual es la fuente del sufrimiento, con la luz de nuestro Buda interno.

Oración budista

La oración budista es una práctica para despertar nuestras capacidades internas inherentes de fortaleza, compasión y sabiduría, en vez de peticionar a fuerzas externas basadas en el miedo, la idolatría y las recompensas mundanas o celestiales. La oración budista es una forma de meditación; es una práctica de recondicionamiento interno. La oración inspira nuestros corazones hacia la sabiduría y la compasión por otros y por nosotros mismos. Nos permite volcar nuestras mentes y corazones hacia lo beneficioso, azuzando nuestros pensamientos y emociones hacia el Despertar de la Conciencia. Si creemos en algo lo suficiente, ello nos poseerá. En otras palabras, creyendo en algo, nos convertiremos en lo que creemos. Nuestra abilidad de afectarnos de este modo es evidencia de la obra de la Gran Compasión dentro de nosotros.

Oh, maestros espirituales compasivos, bendíganme;
que todo el karma negativo y los sufrimientos
de todos los seres concientes maduren ahora en mí,
y que pueda darles a otros mi felicidad y obras virtuosas
de modo que todos los seres concientes posean gozo.


El budismo

Siddhartha Gautama nació aproximadamente en 560 a.C en el norte de la India. Su padre,
La pregunta que Gautama, el fundador del budismo, buscaba contestar era ¿Por qué hay dolor y sufrimiento? Él también sostenía la creencia hindú en la reencarnación: después de la muerte una vuelve a la vida terrenal en una forma de vida superior o inferior según sus obras buenas o malas. Esta creencia promovía una segunda pregunta que necesitaba ser contestada, ¿Cómo rompe uno el ciclo de renacimiento? Las enseñanzas básicas del budismo, por lo tanto, se concentran en lo que Gautama consideraba era la respuesta a estas preguntas. Estas doctrinas básicas se encuentran en las Cuatro Nobles Verdades y el Camino de Ocho Partes. Comencemos con las Cuatro Nobles Verdades.

La Primera Noble Verdad es que hay dolor y sufrimiento en el mundo. Gautama se dio cuenta que el dolor y el sufrimiento son omnipresentes en toda la naturaleza y la vida humana. Existir significa que vamos a encontrarnos con el sufrimiento. El nacimiento es doloroso, y también lo es la muerte. La enfermedad y la vejez son dolorosas. A lo largo de la vida, todas las cosas vivas encuentran sufrimiento.

La Segunda Noble Verdad se relaciona con la causa del sufrimiento. Gautama creía que la raíz del sufrimiento es el deseo. Es la avidez por la riqueza, la felicidad y otras formas de disfrute egoísta la que causa el sufrimiento. Esta avidez nunca puede ser satisfecha porque está arraigada en la ignorancia.

La Tercera Noble Verdad es el final de todo sufrimiento. El sufrimiento cesará cuando una persona puede liberarse de todo deseo.

La Cuarta Noble Verdad es la extinción de todo deseo siguiendo el camino de ocho partes. "El camino de ocho partes es un sistema de terapia diseñado para desarrollar hábitos que liberarán a las personas de las restricciones causadas por la ignorancia y la avidez."

Aquí están los ocho pasos a seguir en el camino de ocho partes. El primer paso es el de las Perspectivas Correctas. Uno debe aceptar las cuatro nobles verdades. El paso dos es la Determinación Correcta. Uno debe renunciar a todos los deseos y a todo pensamiento que se asemeje a la lujuria, amargura y crueldad. No debe dañar a ninguna criatura viviente. El paso tres es la Palabra Correcta. Uno debe hablar sólo verdad. No puede haber ninguna mentira, calumnia o conversación vana. El paso cuatro es el Comportamiento Correcto. Uno debe abstenerse de la inmoralidad sexual, de robar y de matar.

El paso cinco es la Ocupación Correcta. Uno debe trabajar en una ocupación que beneficie a otros y que no dañe a nadie. El paso seis es el Esfuerzo Correcto. Uno debe buscar eliminar toda cualidad malvada de adentro y evitar que surjan nuevas. Uno debería buscar conseguir cualidades buenas y morales y desarrollar las que ya posee. Buscar crecer en madurez y perfección hasta lograr el amor universal. El paso siete es la Contemplación Correcta. Uno debe ser observador, contemplativo y debe estar libre del deseo y de la aflicción. El octavo, es la Meditación Correcta. Luego de liberarse uno mismo de todos los deseos y de la maldad, una persona debe concentrar sus esfuerzos en la meditación para que pueda vencer cualquier sensación de placer o dolor, entrar en un estado de consciencia trascendente y lograr un estado de perfección. Los budistas creen que mediante el esfuerzo propio uno puede lograr el estado de paz y dicha eterna llamado Nirvana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario